#RECUENTO

35 DISCOS DE IBEROAMÉRICA
2010-2019

20 DE DICIEMBRE DE 2019

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¿Cómo mapear las músicas pop de iberoamérica? Una región tan amplia geográficamente como diversa en cuanto a procesos sociales y políticos, fenómenos culturales y diversidades, es un reto para cualquier trabajo periodístico, no sólo en el campo de la música, sino de cualquier área de actualidad.

En La Zona Sucia nos hemos propuesto, desde inicio, poner un énfasis en la música pop que se genera en esta región, considerándola desde la península ibérica, América Latina, Brasil y las comunidades hispanas de Estados Unidos y Canadá. Por eso hoy presentamos este especial con 35 discos que representan un vistazo a ese gran mosaico que habla español, portugués e incluso inglés, pero que sobre todo se expresa a través del sonido. Todo a lo largo de los años que van de 2010 a 2019.

¿Qué ideas guiaron esta curaduría y este breve repaso por 10 años de producción musical en Iberoamérica? ¿Es posible establecer rutas o líneas que definan una década?

Esta lista es un repaso de discos destacados, pero también una propuesta de áreas de interés que han guiado a La Zona Sucia y sus colaboradores a lo largo de dos años. Y es que si algo ha definido nuestro acercamiento a la música pop iberoamericana es sobre todo (pero no exclusivamente) sus vínculos y diálogos respecto al folclor y las músicas populares nacionales.

Al revisar los aportes y las visiones de nuestros colaboradores a la pregunta de cuáles serían los mejores discos de la década, empezaron a dibujarse algunas líneas que nos ayudan a definir (o al menos a conocer un poco) qué fue lo que sucedió en las músicas iberoamericanas en estos años.

De entrada hay que notar la fuerza y el vigor con las que las escenas de ciertos países se han destacado sobre el resto. Sobre todo Chile y España: el primero, generador de un boom de pop electrónico, y el segundo, con una sólida escena de indie rock a la cual se le ha agregado algunos de los exponentes más interesantes de la música urbana. 

A ello hay que agregarle el trabajo de una serie de sellos independientes que han jugado un papel clave en la conformación de escenas locales y transnacionales. Es el caso, por ejemplo, de ZZK Records y Discos Laptra en Argentina, Quemasucabeza en Chile y Nacional Records en Los Ángeles, California. Sin obviar que cada vez más artistas apuestan por la independencia como camino.

La primera línea que distinguimos en nuestra selección es la música de cantautor, destacando aquí Hasta la raíz de Natalia Lafourcade, disco con el que la mexicana encontró una voz y sonido propio, tras estudiar a fondo el catálogo de Agustín Lara. La canción latinoamericana goza de cabal salud, y se nutre desde el acercamiento con los folclores (La Lá, Jorge Drexler, Silvia Pérez Cruz) hasta las tendencias más disruptivas y electrónicas (Elza Soares, Juana Molina).

La segunda línea es la explosión de la música urbana (notoriamente el trap y el reggaetón, pero también con presencia del r&b y el hip hop), tendencia que ha marcado el fin de la década al punto de convertirse en el nuevo lenguaje del pop más masivo. Sin embargo, hay consenso en que la triada compuesta por El mal querer de Rosalía, X 100PRE de Bad Bunny y Vibras de J Balvin ha ampliado las posibilidades del género en su vertiente mainstream, sin olvidar que lo mejor de lo urbano se encuentra todavía en los márgenes.

La tercera línea, como bien indicamos, es la vinculada a la poderosa escena chilena, donde Gepe, Denver y Alex Anwandter y han producido álbumes de destacada factura pop. Sin olvidar también a destacadas bandas de rock como Ases Falsos, Protistas y Astro.

En ese mismo sentido, el desarrollo del indie rock en Iberoamérica ha mantenido su fuerza, marcando una línea donde España lleva la delantera, con viejos conocidos como Los Planetas (Fuerza Nueva) y nuevos héroes como los madrileños de Vetusta Morla. Sin embargo, las palmas van para un verdadero clásico generacional como es La dinastía Scorpio de los argentinos Él Mató a un Policía Motorizado.

Las siguientes líneas tienen que ver con los vínculos entre folclore, tradición y modernidad. Una de ellas nos lleva directo a los campos de la música electrónica, donde el sello argentino ZZK Records ha marcado todo un estilo de referenciar las sonoridades de raíz, tanto con exponentes locales (Chancha Via Circuito, La Yegros), como ecuatorianos (Mateo Kingman, Nicola Cruz), colombianos y peruanos.

En la última línea encontramos tendencias experimentales que buscan trabajar y revisitar los folclores con tipo de discursos sonoros. Aquí aparecen exploradores como Eblis Álvarez (Meridian Brothers, Los Pirañas) y el Niño de Elche, pero destacamos sobre todo uno de los discos más impresionantes de la década: Roza Cruz, de La Mecánica Popular, un tour de force de jazz fusión sobre bases de cumbia psicodélica y salsa.

Esperamos que este recorrido cronológico por la década sirva para alimentar la curiosidad sobre las diversas propuestas musicales del pop iberoamericano, y que abra la puertas a nuevas escuchas o descubrimientos. Toda selección cierra caminos, pero propone algunos nuevos. Esperamos que alguna de estas músicas pueda resonar en ustedes y unirse al recorrido de sus mapas personales.

JOSÉ JUAN ZAPATA

2010

Denver

Música, gramática, gimnasia

CHILE – Cazador

Comenzó la década y arrancó fuerte. Era el ocaso de MySpace y un punto de quiebre en la música chilena: Gepe, Javiera Mena, Alex Anwandter, Protistas y Dënver. El dúo formado por Milton Mahan y Mariana Montenegro lanzó Música, gramática, gimnasia, un disco entrañable, de sonido y narrativas contemporáneas, que no solo los llevaría a recorrer el continente y España, sino les aseguraría un puesto en los discos preferidos de una generación.

La grandeza de este álbum radica en lo diversidad tanto de la paleta de estilos y sonidos, como en las temáticas de las historias que cuentan en cada capítulo. Aquí, el electro pop, los guiños a la música disco y hasta el pop orquestal se vuelven la banda sonora de episodios de celos, primeros romances y abusos, la música del goce y el dolor de ser un joven del siglo XXI.

LUIS E. ARISTA

A comienzos de la década, el canario Pablo Diaz-Reixa, El Guincho, repasa el catálogo de Mecano en Berlín y comienza a grabar un álbum pop de confrontación en forma de una sinfonía tropical. En Pop negro, toma como referencia el blueprint de los grandes éxitos y te lleva a una playa virtual, un trópico inexistente a través de melodías electrónicas con afro-pop y sintetizadores.

Dejando atrás elementos como los samples reflejados en su anterior trabajo Alegranza (2008), llega a un sonido más orgánico, posicionándose por su sonido de alta fidelidad, por gran gama de matices sonoros y una accesibilidad que ayudó a reunir una audiencia. Pop negro es un viaje sonoro producto del ejercicio creativo de uno de los productores urbanos que están definiendo el pop moderno.

PAVLOV RODRÍGUEZ

El Guincho

Pop negro

ESPAÑA – Young Turks

Jorge Drexler

Amar la trama

URUGUAY – Warner

Dice la canción que da título a este disco de Jorge Drexler: “amar la trama más que el desenlace”. Aquí se encuentra la clave de este trabajo. Si comúnmente encontramos al músico uruguayo compartiéndonos su manera de pensar o de sentir en las canciones, aquí lo que se muestran son pequeñas historias, bocetos de 

personajes que deambulan en el universo de Drexler, pero también en el de cualquiera de nosotros. Son tramas hechas canción lo que envuelve este cancionero de momentos, de lugares, de personas.

HOMERO ONTIVEROS

2012

2012

Cristóbal Briceño es ante todo un narrador. Con un talento innato para desarrollar tópicos que escapan al lugar común de las letras del rock latino, el frontman ha hecho de los Ases Falsos una máquina de hacer canciones únicas. Y la mejor muestra está en Juventud Americana. Con todo y su gran portada que homenajea otro songwriter latinoamericano, Juan Gabriel, quien tuviera a mal dejarnos también durante esta década. 

Marinos apresados por piratas somalíes, inmigrantes africanos adaptándose a la realidad chilena, policías metidos a cineastas y hasta la narración en primera persona de una muerte accidental pasan por su pluma en canciones tan extrañas como memorables. Y hasta parece haber anticipado algunos himnos para el estallido social chileno de 2019 («La sinceridad del cosmos»). Un disco que seguirá sonando fresco a medida que pasen los años. 

JOSÉ JUAN ZAPATA

Ases Falsos

Juventud americana

CHILE – Arca Discos

Bomba Estéreo

Elegancia tropical

COLOMBIA – Soundway

Un sencillo como lo fue «Fuego» (2008) provocó una vorágine a nivel internacional que tenía que ser ratificada y expandida, y para ello sirvió el segundo álbum del dueto colombiano. De su lado tenían el arsenal rítmico propio de su país, pero aquí comenzaron a vincularse con otros territorios –como el brasileño- y diversos ritmos –como el kuduro de Buraka Som Systema (Portugal)-.

Ellos utilizaron una electrónica carnavalera para hacer chiquito el planeta y hermanarlo en una mixtura que revolucionó la cumbia, el palenke y la champeta. Aquí Li Saumet maduró su flow enigmático y cautivador; las programaciones y secuencias de Simón Mejía se tornaron más sofisticadas y las letras se alimentaron del mensaje pacifista de santones como Bob Marley.

JUAN CARLOS HIDALGO

De La Plata al resto del continente. De un disco homónimo y una trilogía de EP a la consolidación. De las calles del barrio a las «autopistas de guitarras y melodías indelebles», como autodenomina su sonido la misma banda. Lo que hizo La Dinastía Scorpio fue consolidar esos sueños de garaje que cualquier banda tiene al arrancar un ensayo por primera vez. Lo dice el mismo disco en «Más o menos bien»:  «Amigos, formemos una banda de rocanrol, /guitarras guardadas en el placard. / Ahora somos nuevos creadores de rocanrol, / tranquilos, todo va a estar más o menos bien».

Porque la creación compartida y el rocanrol no evitan los malestares ni prometen el bienestar, pero aseguran una cierta estabilidad emocional y pasarla bien con lo que se tiene. Y este disco, dentro de sus múltiples posibles lecturas, se trata de eso: de abrazar el aquí & ahora. Así lo hizo Él Mató y todo estuvo (mucho más que) más o menos bien.

El segundo disco de larga duración del grupo comandado por Santiago Motorizado es una colección de canciones que, por supuesto, continúan recorriendo el universo previamente recorrido —esa suerte de dinastía motorizada que habíamos escuchado en sus otros trabajos—, con la particularidad que la banda notó desde el principió e imprimió en la biografía de sus redes sociales: la ya mencionada «autopistas de guitarras y melodías indelebles». Porque sí, eso son.

Producido por la banda y por Eduardo Bergallo (Soda Stereo, Gustavo Cerati, Natalia Lafourcade, entre otros), La Dinastía Scorpio es pura «emotiva explosión de verdad y belleza», como también lo indica la misma banda. Lamentos y aullidos nostálgicos se mezclan entre cánticos energéticos positivos, en donde, de nuevo, nuestro protagonista —que es Motorizado, pero puede ser cualquiera de nosotros—, a manera de letras brevísimas y poéticas, repite una y otra vez su deseo, su cometido, su queja, como si fuera un mantra, ese que no se suelta cuando uno es joven: los amores que son y que ya no, los amigos, los discos, el dinero, la familia.

Y entre teclados y sintetizadores que agregan color a las melodías, además de las guitarras distorsionadas que forman parte de la naturaleza del grupo, los once episodios del disco funcionan como ese viaje de carretera que menciona la banda: «El magnetismo» suena y arranca el coche y el disco, y, tras un recorrido de casi 38 minutos, «El fuego que hemos construido» nos regala su crudeza final y disminución de velocidad para completar el recorrido.

Se termina la carretera, se termina La Dinastía Scorpio, pero queda el sentimiento de que, en efecto, todo va a estar más o menos bien.

Luis E. Arista

Él Mató a un Policía Motorizado

La dinastía Scorpio

ARGENTINA – Discos Laptra

Café Tacvba

El objeto antes llamado disco

MÉXICO – Universal Music

Café Tacuba se ha preocupado por no repetirse en ninguno de sus discos y aún así tener una voz propia, no una que se convierta en un confeti musical sin ton ni son, sino en aquella que pueda expresar lo que son con diversidad de tonos. 

El objeto antes llamado disco logra presentar a unos tacubos arriesgados, que no se quedan en su zona de confort, pero que tampoco huyen de lo que son y han sido. Es una especie de tributo al disco, a su forma y por ende a la música y la canción.

HOMERO ONTIVEROS

Un inicio con trompetas cual fanfarrias que parecen anunciar la fiesta. «En la naturaleza». Palmas y percusiones. Hubo un momento a inicios de la década en que todos queríamos hacer las maletas y mudarnos a Santiago de Chile. Algo estaba pasando ahí. Algo grande, una escena rica, autosuficiente y generosa. Recuerdo una noche en el Café Iguana de Monterrey ver a alternar a Gepe, Pedro Piedra y Fernando Milagros, cada uno con su turno al frente mientras los otros dos oficiaban como músicos de respaldo. Algo grande estaba pasando en Chile, sin duda.

Queríamos ir a Santiago porque ahí también estaba Javiera Mena haciendo un electropop fascinante, y estetas de la canción como Alex Anwandter y Dënver. Pero mejor que sea el propio Daniel Alejandro Riveros (más bien, la voz de Pedro Piedra) el que te lo diga al oído: “Las personas de esta parte del mundo / y de la otra se vuelven a armar, / desde las calles subiendo a lo alto / en una nueva conquista experimental”.

GP es la conquista del sonido que Gepe venía fraguando desde su debut a inicios de la década pasada. Tipo versado en el folclor y la canción de autor, el pop bailable fue la herramienta que le sirvió como catalizador de audiencias más globales. En ese sentido, este disco es la evolución natural de lo que ya insinuaba en su anterior (y fascinante) Audiovisión (2010). Pero el coqueteo con la gran bestia pop no hacía merma en su pulso como creador de enormes canciones.

Dejémoslo un poco más claro con el segundo track, quizá una de las canciones de amor más entrañables de la década, el delicioso reggae «Fruta y té», que en medio de tanta ternura se da el lujo de aludir a esas amarguras sociales que explotarían como olla a presión siete años más tarde: “Cuando mi país te elija como reina, / cuando este país deje de mentirse así, / tus ojos de india y melena callejera, / tu sueño es el sueño de los que vivimos aquí”.

Así, GP es el equilibrio entre las fanfarrias de fiesta («Con un solo zapato no se puede caminar», «Libre», «Bailar bien, bailar mal») y delicadas piezas de corte íntimo y cotidiano («Bacán tu casa», «Campos magnéticos», «Platina»). Y es que a Daniel Riveros le salen ganchos inolvidables hasta con un simple tarareo. Dale play a «Lluvia, diente, lluvia» y compruébalo. Es algo que ya nos conmovía desde el «Amigos vecinos» que abre Audiovisión.

Pero habíamos dicho que Gepe es un tipo versado en el folclor, por eso no extraña que la fiesta termine con la explosión andina de «Bomba Chaya», con todo y un par de cholitas bailando arriba del escenario. Y para los que dudan de su experimentado approach, ahí está el monumental Folclor imaginario (2018), su personal repaso a las canciones recopiladas por Margot Loyola Palacios.

Y al final, cuando la fiesta ha terminado, y las trompetas callaron, sólo queda un hombre con su guitarra y su voz. “Si hay un gran vacío en todo lo que ves / no le tengas miedo, no hay mucho más que hacer /  en todo el mundo las piedras caen igual / si hay un gran vacío / ya sabes donde caerán”, dice en el tema que cierra, acaso la mejor canción que ha compuesto Gepe en toda su carrera. Pero eso ya es materia de otra discusión.

José Juan Zapata

Gepe

GP

CHILE – Quemasucabeza

Eblis Álvarez es otro de los personajes que le han puesto un condimento único a la década, jugueteando con los discursos y clichés del ser latino. Tanto al frente de Los Pirañas como con los Meridian Brothers, el colombiano ha desarrollado un sonido que remixea géneros como la cumbia, la chicha, la guaracha y sonoridades afines. Si La Mecánica Popular es el lado intelectual y Sonido Gallo Negro el ala mística del asunto, Eblis se siente cómodo con un papel lúdico en la desconstrucción de la música tropical.

Toma tu jabón Kapax se grabó en vivo en la sala Matik-Matik de Bogotá, donde Álvarez se da el lujo de coverear a Nirvana y entregar electrizantes descargas de sintetizadores psicodélicos y percusiones que incitan al baile. Si bien seleccionamos este disco, perfectamente podríamos seguir la fiesta con ¿Dónde estás, María? de Meridian Brothers, o Colombiana de Niño de Elche, otros hijos destacados de su mente retorcida.

JOSÉ JUAN ZAPATA

Los Pirañas

Toma tu jabón Kapax

COLOMBIA – Biche Musical

2013

Juana Molina

Wed 21

ARGENTINA – Crammed Discs

A manera de premonición, Juana Molina cantaba en 2008: «Un día voy a ser otra distinta, voy a hacer cosas que no hice jamás». Y esa frase, con un tanto de verdad y otro tanto de mentira, llegó en el día llamado Wed 21, su primer disco de la década. 

Sí, hizo cosas que no había hecho previamente, como agregar un espectro sonoro más amplio a través de instrumentos nuevos en su música —y llevar sus canciones a un terreno a ratos más rock—, pero mantuvo su gran capacidad de creación.

De Un día (el álbum) a este hay una maduración y una afirmación de que el camino de Molina fue, es y será el de buscar (y encontrar) el giro de tuerca a su producción artística.

LUIS E. ARISTA

“Qué útil será el luto cuando se vuelva perene. / Unamos el Cementerio del Sur y el Cementerio del Este. / La Cota será un santuario de flores que nos acerque”, canta Henry D’Artenay en la abertura de esta obra conceptual sobre las promesas incumplidas de un futuro mejor. Líricas que anticipaban la desgracia y la deriva de Venezuela al final de esta década.

Será es un disco lleno de ambición, un indie-punk de vibras tropicales que va del luto a la fiesta, y de la oscuridad a la luz. «Hornos de cal», «Angelitos negros», y «La vida mejor» son temas de una urgencia y una frescura inusitada en el rock iberoamericano. Canciones urgentes para un país en llamas. 

JOSÉ JUAN ZAPATA

La Vida Bohème

Será

VENEZUELA – Nacional Records

La Yegros

Viene de mi

ARGENTINA – ZZK Records

El chamamé es una música folclórica tradicional del noreste argentino, y por supuesto tiene un sabor propio que aquí es llevado a un baile con la música electrónica orientada a la fiesta. Radicada en Montepellier, Francia, posee un magnetismo tal que la prensa europea la llamó “La nueva reina de la Mesopotamia”, dado que su música refleja intensamente la vivencia del melting pot.

Mariana Yegros nació en Morón, pero su familia procede de Misiones (muy cerca de Brasil y Paraguay), por lo que desarrolló un estilo muy propio a la hora de cantar y además ha hecho una mancuerna espectacular con King Coya en la producción. Esta artista trotamundos logra a través del gozo que el folk electrónico encuentre formas de expresiones inesperadas y maravillosas.

JUAN CARLOS HIDALGO

2010

2014

Tres discos de Javiera Mena, uno más grande que otro: Esquemas juveniles, Mena y Otra era. Tres de tres. Había expectativas muy altas con su tercer disco y todas fueron superadas. Es el sonido de una artista que sigue innovando con sus letras, sigue expandiendo su sonido y se mantiene como primera influencia para tantos actos pop latinoamericanos.

En Otra era no hay tiempo para el descanso: son 41 minutos de baile ininterrumpido, en donde en la pista suenan una y otra vez synth pop, trance y eurodisco, esta vez con algo de ritmos tropicales («Pide») y hasta invitados sorpresa (El Guincho en «La Carretera», Gepe y Andrés Nusser en «Sincronía, Pegaso»). Sí, es otra era, pero con una Javiera Mena recargada con más experiencia (y más ritmos).

LUIS E. ARISTA

Javiera Mena

Otra era

CHILE – Unión del Sur

Porter

Moctezuma

MÉXICO – Lov/Recs

El grupo de Guadalajara emprendió un largo viaje para llenarse de vivencias y refundarse. Cambiaron de vocalista y cuando muy pocos auguraban gratas sorpresas, dieron con uno de los discos que será considerado una obra mayor en la historia reciente del rock mexicano. Han logrado abordar pasajes de la historia precolombina y la Conquista para colocarlos dentro de piezas de vibrante actualidad.

Hay épica, interesantes juegos melódicos y gran imaginería compositiva. Ocurre muy de vez en cuando, pero se trata de un disco de alcances internacionales que debe enorgullecer a la escena mexicana. Algún día debemos aprender a reconocer la cabalidad nuestros aciertos y los tapatíos hicieron un álbum mayúsculo que reencauzó su carrera.

JUAN CARLOS HIDALGO

¿Cómo termina un disco de covers en una lista de lo mejor de la década? Llevando cada una de sus canciones a lugares distintos —y a veces distantes— de sus versiones originales, interpretadas a la manera de menos es más —voz y guitarra— por dos artistas que hacen una sinergia poco frecuente en el mundo moderno de los feat.

El contenido de esta «granada» no puede ser más variado: piezas de cancionistas latinoamericanos (Violeta Parra, Fito Páez, Novos Baianos), héroes locales (Lluis Llach, Enrique Morente, Albert Pla) y hasta los improbables (Hoagy Carmichael, Robert Schumann, Miguel Hernández).

 Y sobre todo con la voz de Pérez Cruz, que a ratos estremece y a otros enternece, y la aproximación minimalista, pero vigorosa de Fernández Miró (mejor conocido como Refree). Estamos frente a una obra que atrapa al oído y a la memoria.

LUIS E. ARISTA

Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró

granada

ESPAÑA – Universal Music

2015

Elza Soares

Mulher do Fim do Mundo

BRASIL – Circus

La modernidad no solo tiene que ver con juventud, eso lo deja bien claro la brasileña Elza Soares en este disco donde reivindica la MPB pero tiene el suficiente talento y visión como para no querer evocar la nostalgia, sino atreverse a ir hacia adelante sin tapujos y corriendo riesgos musicales que otros más jóvenes no se atreverían. 

La fuerza de su voz lo dice todo, porque ella es la mujer del fin del mundo, la que canta con fuerza lo vivido. Un disco que abarca lo mejor de la música brasileña: su historia, y su presente.

HOMERO ONTIVEROS

Natalia Lafourcade es una artista siempre inquieta y a la búsqueda de músicas que permitan enriquecer el trabajo de su canción, con una trayectoria que se remonta a inicios de milenio. Dos ejemplos de estos ejercicios y estudios de origen son Las 4 Estaciones del Amor (2007) y Mujer Divina (2012). El primero es un EP de pop sinfónico interpretado por la Orquesta Sinfónica Juvenil de Veracruz, donde tuvo la oportunidad de incorporar arreglos clásicos a melodías pop y melodías clásicas a arreglos pop. El segundo es un álbum que le permitió profundizar en la obra de Agustín Lara, raíz donde encontró su voz como cantautora.

La gira que realizó con Mujer Divina la puso en contacto con el catálogo popular mexicano, con sus raíces chilenas y los ritmos latinoamericanos que habían estado presentes a lo largo de su vida. Una ruptura amorosa la lleva a buscar sanación dentro de estos orígenes, brindándole un vehículo para interpretar, experimentar y transmitir su mensaje de forma más transparente.

En este disco las letras abordan distintos aspectos del amor: La etapa de embelesamiento, los problemas de una relación y su añoranza de un lugar de tregua. Busca los restos de uno mismo después de una catarsis y encuentra en la raíz su identidad para reconocer, aceptar y dejar ir. Canciones como «Para qué sufrir», «Lo que construimos» y «No más llorar» son diálogos interiores sin resentimiento, donde todo es visto desde un punto de transición y de aceptación. Canciones como «Mi lugar favorito», «Ya no te puedo querer» y «Nunca es suficiente» utilizan arreglos que recuerdan a antiguos éxitos de la radio. Por otro lado, «Hasta la raíz», «Palomas blancas» y «Vámonos negrito» pueden evocan momentos de oro de la canción mexicana. Este conjunto de factores le brindan un sonido atemporal, convirtiéndolo en un álbum moderno ajeno al paso del tiempo.

Hasta la raíz es un puente que pone en contacto a la cantautora con su identidad, lugar desde donde valida su creatividad instrumental y lírica, presentando canciones vulnerables sin frontera que logran ser objeto de referencia en un nuevo cancionero pop mexicano y latinoamericano. Es el triunfo de una migración musical moderna que toma al folclor como algo vivo y cambiante, como una herramienta de cambio que se adapta a cualquier concepto e impulsa a la innovación. Y que permanece de forma latente de generación en generación como un rasgo de origen y pertenencia.

Pavlov Rodríguez

Natalia Lafourcade

Hasta la raíz

MÉXICO – Sony Music

Kanaku y el Tigre

Quema, quema, quema

PERÚ – Strut Records

Si Tongo Le Tongué es un extremo del imaginario pop peruano, representando el virtuosismo cotidiano y el sentido del humor, los Kanaku podrían ser otro extremo (probablemente no sean solo dos), representando eso que la música «indie, alternativa o rock” fue en otros momentos, con una orientación a lo folkish.

Quema quema quema es un disco que probablemente también se convertirá en un clásico, y probablemente podamos y debamos ver a los Kanaku en los festivales por venir. La sensibilidad pop más los paisajes que enmarcan temas como «Si te mueres mañana», «Bubucelas» y «Hacerte venir», sólo por decir un manojo, les da para eso y mucho más.

DANIEL GARCÍA BULLÉ

La belleza exuberante de las montañas andinas se mezcla con referencias varias a su cultura y sonidos más bases electrónicas que van conduciendo una experiencia que busca la armonía y, por qué no decirlo, hasta un poco de sanación.

La experiencia de haber colaborado con Nicolas Jaar, así como el hecho de ser un viajero consumado, le ayudaron a concebir y sintetizar su propuesta que se concentra en un debut brillante y que abrió una brecha sonora que deslumbró desde Latinoamérica al resto del planeta.

Inició siendo llamada andes step, pero el término era casi un juego para referirse a una combinación de downtempo con elementos folklóricos ancestrales tomados de la parte ecuatoriana de la mencionada región; así se da una evocación constante a la naturaleza en los tracks: hay viento, vuelan aves, los ríos bajan y arrastran las rocas. Cruz recurre a voces invitadas para agregar una carga mayor de sensualidad y sofisticación.

Nacido en Francia, pero con raíces muy fuertes con los aspectos culturales del Ecuador, Nicola se proyectó con un álbum muy maduro y hermoso en el que se encuentran tradiciones y tiempos. Hay respeto e interés por todo aquello que proviene del pasado y al mismo tiempo nos catapulta hacia un futuro sorprendente e intenso. A la distancia el propio músico ha revisado sus intenciones básicas: “Me gusta mucho cómo esta tradición andina se defiende, más cuando vivimos en tiempos tan egoístas”.

Prender el alma sirvió además para dar un empujón importante a otros proyectos asociados a la folktrónica, como lo son Chancha Via Circuito, Frikstailers, Dengue Dengue Dengue, El Búho, Montoya, Rumbo Tumba y La Yegros, entre otros. Todo un cúmulo estético que se alimenta y conoce de los saberes profundos de los pueblos originarios, pero que aprovecha las herramientas de la electrónica contemporánea; de entre ellos, Nicola Cruz es uno de los máximos chamanes, un hombre de conocimiento que se afirmó como un artista total que abre las puertas hacia una dimensión mística musical.

Juan Carlos Hidalgo

Nicola Cruz

Prender el alma

ECUADOR – ZZK Records

Las Taradas

Sirenas de la jungla

ARGENTINA – Flicka Musica

La gran virtud de Las Taradas radica en la apariencia que su trabajo tiene de regular y opuesto a lo espectacular. Su examen a los lugares comunes de la música considerada kitsch, o del cancionero tradicional americano, pero construido y narrado por un ensamble de mujeres, millenials y latinas, han resultado en dos grandes discos.

Este disco no solo abona en la construcción de un mundo después y a pesar del world music, sino que propone lugares particulares a partir de los lugares comunes y los marcadores históricos musicales. Todo en un crisol de sensibilidad folkie, confirmando que la música y el universo musical son más amplios que la heteronorma y la blanquitud.

DANIEL GARCÍA BULLÉ

2016

2016

Hay veces que el contacto del artista moderno con la canción social a veces queda difuso o se ve opacado por una estrategia de marketing. Alex Anwandter sigue la tradición de la canción latinoamericana y lanza un manifiesto pop que proporciona una estrategia de protesta con canciones urgentes sobre la clase trabajadora, el género y la vulnerabilidad.

Canciones como «Manifiesto», «Mujer», «Siempre es viernes en mi corazón» y «Qué será de ti» trazan momentos que definen una identidad de juventud chilena que actúa por el cambio. Con una carrera que se desarrolló durante toda la década, Amiga puede servir como introducción al trabajo de uno de los mejores exponentes del pop chileno, y como referencia a la canción de protesta moderna en la década. 

PAVLOV RODRÍGUEZ

Alex Anwandter

Amiga

CHILE – Nacional Records

Lido Pimienta

La Papessa

COLOMBIA – Anti

Alejada en su residencia en el frío Toronto, Lido Pimienta es una de las creadoras más prometedoras de América Latina. Vinculada a la escena folktrónica de sellos como ZZK Records, la colombiana, con tan solo dos discos en su carrera, ha grabado algunas de las creaciones más fascinantes de su generación. La Papessa consiguió, incluso, el Polaris Prize que premia al mejor álbum canadiense del año. 

Caudales de sintetizadores selváticos, percusiones que se nutren por igual de rítmicas de raíz afro como de las tendencias de la música urbana, ecos arábigos, discursos feministas y evocaciones de la naturaleza, La Papessa nos atrapa con nuevos descubrimientos a cada escucha, como un río que nunca cesa de fluir. 

JOSÉ JUAN ZAPATA

Entre los discos que sonaron durante esta década, el de Tamya es uno de los que más en serio habla en cuanto a “raíces” y pueblos originarios. Su examen a la música y a la historia es en kichwa (un pueblo amazónico ecuatoriano), y desde esta visión del mundo (e incluyendo temas en su lengua) propone un atisbo interesante de las cosas por venir en el trabajo de los jóvenes que revisitan y examinan la categoría de “folclor”y la ponen a dialogar con otras.

Morán conoce muy bien tanto la música occiental (en este caso el jazz) como las de su región. Está formada y educada en ellas, y en su producción hace una mezcla ecumenica y hábil que naturalmente refiere estas influencias, pero no necesariamente se ancla en alguna. Es a la vez todas, sin chocar. Esto es y puede ser el estilo de Tamya y también es un síntoma importante y positivo a cómo sonarán mañana, estos re-takes artesanales de las músicas de raíces.

DANIEL GARCÍA BULLÉ

Tamya Morán

Chuyanlla Transparencia

ECUADOR – Independiente

Dengue Dengue Dengue

Siete raíces

PERÚ – Enchufada

Si algún artista ha llevado el proceso de abstracción de la cumbia para filtrarla a través de la electrónica avanzada hasta sus últimas consecuencias, este ha sido el dueto peruano; ellos alzaron la mano para colocarse a la vanguardia. En su segundo LP tomaron ciertas referencias del global bass sin dejar de lado su basamento dub y la densidad de su música.

Casi como si convocaran a rituales de santería y magia negra en pleno siglo XXI, su capacidad de embrujo y seducción se instaló en lo más alto. Por ello no extraña que un sello portugués los cobijara y que giraran bastante por África. En este conjunto mestizo y visionario hicieron caber el footwork en el mismo paquete que un bolero. Aquí la creatividad se desparrama por todos lados.

JUAN CARLOS HIDALGO

2017

Alejandra Ghersi, la productora, escritora, cantante, artista y DJ venezolana conocida como Arca logro trabajar a lo largo de la década en proyectos con Kanye West, FKA Twigs y Björk. En el año 2017, por sugerencia de la islandesa comienza a grabar material con vocales tradicionales y por iniciativa propia lo hace en su mayoría de forma improvisada y en español. 

El resultado es un caos sensorial que explora su vulnerabilidad y donde utiliza su voz como herramienta para añadir texturas, lamentos y sentimientos. Arca y su disco homónimo son referencia de la experimentación electrónica llevada a un plano sin limite de identidad. Un disco influyente sobre todo a nivel global, trascendiendo las fronteras de Iberoamérica.

PAVLOV RODRÍGUEZ

Arca

Arca

VENEZUELA – XL Recordings

La Lá

Zamba puta

PERÚ – Independiente

En tan poco, La lá ha logrado decir mucho. Apenas un EP con canciones que no abusan de la instrumentación ni de la producción y evocan lo fundamental de una canción: el poder de la música y el de la palabra por igual. 

En estas piezas el folklor andino se deja ver tímidamente abrazado de la canción popular pero también de la modernidad, porque La Lá no le canta al pasado sino al ahora. Canciones transparentes llenas de amor, de música y de pasión, esos ingredientes que nacen de saber quién se es, de donde se viene y qué se quiere decir a través de la música.

HOMERO ONTIVEROS

Los españoles de Vetusta Morla se han obsesionado por ser unos orfebres de un indie rock muy refinado y estilizado que lo mismo consigue emocionar por su impacto inmediato que seducir por un cuidado manejo del lenguaje. Su cuarto LP tiene una gran amplitud narrativa que va de acongojamientos íntimos a gestas heroicas para contar lo que ocurre en la ribera de La Albufera.

El gozar de un éxito masivo en su país no les ha restado brío para experimentar e intentar que las canciones alcancen sus formas exactas, y para ello incorporar el uso de algunos instrumentos antiguos o alguna reminiscencia folk. Toda proporción guardada, estos madrileños marchan en la misma senda creativa que Radiohead.

JUAN CARLOS HIDALGO

Vetusta Morla

Mismo sitio, distinto lugar

ESPAÑA – Pequeño Salto Mortal

2018

2018

Chancha Via Circuito

Bienaventuranza

ARGENTINA – Wonderwheel Recordings

Bienaventuranza es la conquista de un sonido propio y la cumbre de la búsqueda que Pedro Canale comenzó con Río Arriba (2010), al inicio de la década. Para ello tuvo que ir cada vez más profundo en busca de lo orgánico y lo terrenal. Bajar a tierra para transitar a lo divino. Tracks que dejan a un lado la tecnología de la música electrónica y se nos revelan llenos de matices acústicos, giros sonoros y hallazgos. 

En Bienaventuranza confluyen las dos geografías sonoras y simbólicas de su carrera: las referencias selváticas de la cumbia y otros géneros tropicales, y las áridas sonoridades del altiplano y del canto con caja del noroeste argentino. Una obra que demuestra que, quizá en el fondo, la música sagrada de ciertos folclores y la música electrónica transitan caminos parecidos en búsqueda de expandir las fronteras de la percepción.

JOSÉ JUAN ZAPATA

El folclor, con sus reivindicaciones y revisionismos, es una de las corrientes de producción y relato que ha cobrado más fuerza esta década en Iberoamérica, sobre todo en la música, donde ha mostrado de mejor modo nuevos reconocimientos, desencuentros, imágenes y sensibilidades.

Uno de los discos que representan lo anterior de forma más clara es Roza Cruz, de La Mecánica Popular. Efraín Rozas (frontman de “La Mecánica” y fuente del nombre del segundo LP del ensamble) es músico, pero también investigador (NYU) con trabajos sobre los centros, periferias y fronteras culturales. De hecho, la banda es sólo uno de sus varios proyectos. Peruano de origen y basado en la heterogénea escena de la ciudad de Nueva York, dedica su vida profesional a investigar y generar diálogo a través de sus obras. Para el caso de este disco, sobre la herencia de las músicas latinas, (la salsa, la chicha, la cumbia) con el espíritu ecuménico y experimental de quien mide y mezcla en la cocina en busca del sabor del mañana.

Entre los discos y proyectos que destacamos por su revisita al kitsch y las tradiciones, proponiendo mezclas novedosas con lenguajes conocidos, Roza Cruz da cuenta de uno de los caminos más consistentes de los que han tomado los jóvenes compositores y creadores, que activamente construyen uno de los imaginarios actuales de la música y los mundos en nuestras lenguas.

Este imaginario se basa en la aplicación de las poderosas herramientas a su alcance (la psicodelia y el jazz fusión) y las sensibilidades abiertas y conectadas con realidades diversas (la música tropical que siempre estuvo ahí), no para empujar hacia delante escenas cada vez más fuertes y brillantes (como el género urbano), sino para mirar hacia afuera y recuperar todo lo que hay bajo la punta del iceberg de ser latino: O sea, las historias y colores de nuestras regiones; y en el caso de Efraín y “La Mecánica”, contar su experiencia de “peruanidad”, en combinación con sus perspectivas únicas como residentes del mundo.

Si Roza Cruz y La Mecánica Popular tienen potencial comercial, habrá que preguntarle a los organizadores de los festivales musicales por venir. Su status de culto, tiene que ver con que son nerds de la música y la historia, haciendo música para nerds similares. Y además son un importante paso en la recontextualización de los músicos y performers latinos, hispanos y descendientes, ante extraños pero sobre todo ante propios.

Daniel García Bullé

La Mecánica Popular

Roza Cruz

PERÚ – Names You Can Trust

Niño de Elche

Antología del cante flamenco heterodoxo

ESPAÑA – Sony Music

La tensión entre ortodoxias y heterodoxias es un fenómeno común en la historia de las músicas, tanto en la música “académica” como en el ámbito de lo popular. Y de los folclores del mundo pocos son tan cerrados y tan severos con lo que se desvía de la norma como el flamenco. De ahí que el Niño de Elche (Francisco Contreras Molina) no dude en llamarse ex-flamenco y haya re-encauzado su carrera alejándose del corsé del género, trabajando con el rap, el performance y la electrónica.

Esta Antología… es una de sus provocaciones más desmesuradas: Escoltado por la curaduría de Pedro G. Romero y la producción de Refree, el Niño presenta una selección de textos, poemas, performances, canciones y coplas que bordean los márgenes del flamenco, casi siempre de manera tangencial -providencial-, y por ende, outsider. Una obra irónica, transgresora y arriesgada.

JOSÉ JUAN ZAPATA

Rosalía sacudió no solo a la industria musical con El mal querer, sino también a las redes sociales, a los críticos musicales, a los medios de comunicación, a las tendencias y ha ocupado el centro del remolino que su propia figura ha creado. Pero para entender mejor todo lo que ha sucedido con la cantante, compositora y productora española, es necesario dividir el fenómeno Rosalía del fenómeno El mal querer. Porque son dos cosas distintas.

Por un lado, la imagen de Rosalía ha roto con todas las predicciones y en poco tiempo ha ocupado un lugar en la industria musical que muchos tan solo han soñado. Pero aquí lo que nos importa es ese otro fenómeno que es el disco, una producción realizada por ella misma junto a El Guincho, y que tiene el atrevimiento de fusionar el flamenco con la música urbana o el pop contemporáneo, como muchos lo llaman. Esto de entrada pone los pelos de punta a los más conservadores, pero es una historia que se ha repetido cada vez que alguien intenta llevar el flamenco a otros terrenos.

Rosalía lo hace con maestría porque logra dotar de complejidad un género musical que de por sí es tachado de fácil. Armonías muy cercanas al R&B dialogan de manera perfecta con la tradición, las guitarras y las melodías aflamencadas no son condescendientes ni subestiman a quien lo vaya a escuchar. Entre ellas se entretejen laberintos armónicos y musicales que parecen sencillos pero que solo a través de la creación y el arte transparente pueden lograrse. Si bien ya antes el flamenco se había fusionado con el rock y con la música pop, además del jazz y otras músicas, no se había realizado en la amalgama urbana de géneros que implican al trap, el hip hop, el R&B y hasta el reggaetón. Rosalía lo hace con altura porque no busca una aprobación comercial sino un lenguaje propio, uno que sea más cercano a su realidad y a su juventud, sin olvidar sus raíces.

Pero además, por si no queda claro eso de no ser condescendiente, el disco es un trabajo conceptual basado en textos del siglo XIV, una novela anónima llamada Flamenca, en la que una mujer es esclavizada de alguna forma por los celos del esposo. Por ende, cada canción es un capítulo. Debido a la misma temática, el trabajo se vuelve de corte feminista, pero también utiliza la canción para emitir una postura en la que nos muestra que poco de ha cambiado la relación entre hombres y mujeres a tantos siglos de distancia. Eso le da un poder conceptual único. Quizá estemos hablando del primer disco conceptual y social de música urbana en español, uno que sea un trabajo en conjunto pensado como una lectura sonora. Una lectura digna de ser escuchada y convertida en eco.

Solo los discos que son hechos de manera honesta, y atrevida, pueden sacudir de esa manera las estructuras sociales, terminan ganándole el paso al tiempo y consiguen su propio lugar en la historia de la música popular. El mal querer es, sin duda, uno de ellos, uno que duele, que incomoda, que molesta, y que también gusta a muchos. Un disco digno de ser provocador.

Homero Ontiveros

Rosalía

El mal querer

ESPAÑA – Sony Music

Bad Bunny

X 100PRE

PUERTO RICO – Rimas Entertainment

Después de años de un bombardeo de sencillos y colaboraciones con toda una gama de artistas Bad Bunny lanza en la Nochebuena del 2018 un álbum distinto, un álbum para la audiencia que valora un álbum, una tarjeta de presentación para un público internacional, nuevo y ajeno, o para quienes aun niegan la validez del género urbano

Contrario a su catálogo, adapta el trap y el reggaetón a distintas propuestas como el pop-punk, el electropop ochentero y la bachata, y logra un álbum versátil de referencia e introducción a una parte del panorama pop latinoamericano. X 100PRE pasa a ser parte de una serie de éxitos y enriquece un movimiento musical latinoamericano que continua expandiéndose.

PAVLOV RODRÍGUEZ

2019

¿Se puede mezclar la tradición popular, la religión, la política, la cultura pop y hasta el post punk en un solo disco? Sí, Los Planetas lo han hecho junto al Niño de Elche, en este disco que desde ya se vuelve un referente de la música española moderna. A pesar de tener una fuerte carga política relacionada con España, no le impide tener múltiples lecturas, eso hace una obra de arte.

Si pudiéramos definirlo de una forma directa, diríamos que es Joy Division intentándole al flamenco con canciones tradicionales y políticas.  Cuando dicen que la música carece de compromiso, aparece Fuerza Nueva dando portazos con este gran disco.

HOMERO ONTIVEROS

Fuerza Nueva

Fuerza Nueva

ESPAÑA – El Ejército Rojo

La Bruja de Texcoco

De brujas, peteneras y chachalacas

MÉXICO – Independiente

El folclor en su mayoría de las veces se le trata con delicadeza e institución, como un objeto de museo que sirve solo de referencia y no como herramienta para interpretar y generar una identidad moderna.

De Brujas, peteneras y chachalacas es un álbum de folclor mexicano con fusión de sonidos prehispánicos y novohispanos. Cinco temas donde aborda la poesía indígena, el trasfondo cultural de los muxhes y chuntaes, y el mito de las sirenas, todo en forma de folías, huapangos, sones istmeños y jarochos que no resuenan en una identidad exacta, sino en todo un conjunto de raíces y migraciones de ritmos que «O» ha ejercido y amaestrado con los años.

Estos temas se encuentran entretejidos en una ambientación que toma la forma de lluvia, de truenos, de ranas y olas creando una atmósfera de sutileza. El resultado es un ritual que innova la música folclórica, la acerca al pop y plantea nuevos parámetros para una identidad moderna.

PAVLOV RODRÍGUEZ

El ascenso de este hijo de la Amazonía ha sido vertiginoso y en su segundo álbum hay una exploración del pensamiento místico, el concepto de sanación e incluso el chamanismo, pero también un vistazo a la ciencia. Se basa en una variante densa de hip hop y una electrónica que esta vez varía mucho más la velocidad. El arte de Mateo es generoso y auténtico, por lo que conduce un trepidante viaje multidimensional.

Él sabe moldear al tiempo y el espacio, y en este disco, el ecuatoriano –de carrera meteórica- hace un peculiar ejercicio en el que macera con yerbas alucinantes una música que es futurista y ancestral a partes iguales.

JUAN CARLOS HIDALGO

Mateo Kingman

Astro

ECUADOR – ZZK Records

LOGO

director

HOMERO ONTIVEROS

coordinación, edición periodística y diseño de dossier

JOSÉ JUAN ZAPATA

curaduría y textos

HOMERO ONTIVEROS
JOSÉ JUAN ZAPATA
JUAN CARLOS HIDALGO
PAVLOV RODRÍGUEZ
DANIEL GARCÍA BULLÉ
LUIS E. ARISTA

ilustración de portada

MAPA DE AMÉRICA 
DEL THEATRUM ORBIS TERRARUM
DE ABRAHAM ORTELIUS (1595)