Daniel Miller: «Veo a la música con un poder sanador»

El fundador del sello Mute Records es una leyenda de la producción musical británica y padrino de Depeche Mode. Este sábado fomará parte del Command Fest en la Ciudad de México.

Los vaivenes de la vida lo han llevado a convertirse en una leyenda de la producción musical británica. Padrino de Depeche Mode, quien los acogió desde el inicio de su carrera, promotor de Erasure, Yazoo, Goldfrapp, Moby, Cabaret Voltaire y New Order. En 1978 comenzó sus inquietudes musicales bajo el seudónimo de The Normal interpretando una canción sinuosa llamada «Warm Leatherette», rindiéndole un homenaje personal al escritor JG Ballard y al fetichismo automovilístico de su pervertida novela Crash. El paso siguiente sería la fundación del portentoso sello Mute Records en el Londres post punk de 1978 que persiste hasta la fecha y cuyas bandas han pasado la prueba del tiempo.

En 2015 intenté entrevistarlo después de una fallida visita que haría a México junto a Irmin Schmidt, ex tecladista de Can, con quien sí logré conversar, pero me quedé con la sensación de que la experiencia no me satisfizo. Cuatro años más tarde, el pretexto es un inminente festival dedicado a la música techno-industrial llamado Command Fest próximo a celebrarse el 28 de septiembre en la capital mexicana compartiendo el cartel con Boy Harsher, Adult, Ramón Amezcua, Pepe Mogt y otros, en que preparará un DJ set especial.

Una mañana recibo una llamada de su publirrelacionista a mi teléfono celular desde Londres justo después de que llego a la Ciudad de México de Torreón, Coahuila, con pocas horas de sueño durante el viaje. Al otro lado del auricular suena la voz ronca de un hombre de 68 años que conserva una seriedad y sentido del humor lóbrego e irónico, característico de los ingleses maduros, muy “montypythoniano”, que a veces me intimida. Me saluda con cordialidad y yo me sincero y confieso mi nerviosismo al hablar con él.

-“¿Entonces estás nerviosa?”, ¿en serio?”- Responde y suelta una risa oscura.

¡Bueno, sólo un poco! ¿Cómo es el apoyo hacia nuevos artistas?, ¿crees que hay suficiente apoyo para ellos?

En los artistas de todo el mundo, creo que es genial por toda la experiencia, porque hay que darles más conocimiento, y ese es mi trabajo y el de la disquera, tratar de darlos a conocer y orientarlos. En cuanto a México conozco a uno que otro artista de música electrónica, pero no estoy muy enterado de su escena.

¿Cuál consideras que fue la máxima contribución de JG Ballard en el post punk, en especial para tu trabajo?

Tuvo una contribución genial para mi generación en particular y para Cabaret Voltaire, Joy Division, The Pop Group. Creo que era un visionario del mundo que podía compartir un estilo de ciencia ficción cercano a nuestras preocupaciones.

¿Cómo es para ti adaptarte a las nuevas tecnologías?

Es muy importante el tema de las redes sociales en la música actualmente. Como sello discográfico tratamos de orientar al artista para que vea cuál es el mejor camino para conectar con las audiencias. Hay quienes reaccionan distinto: unos están muy metidos y tienen bastante actividad y otros son más reacios y no quieren mostrar demasiado. Pero nosotros como sello entendemos la importancia que tienen las redes y siempre tratamos de orientarlos para que lo hagan de la mejor manera. Porque nunca es tan efectivo que un sello haga un click o publique en Instagram como que lo haga el artista, porque así el usuario se siente más conectado a él, no con una empresa.

Dado que los tiempos políticos, sociales, económicos son muy inciertos actualmente y hay muchos cambios en la música, ¿cómo has hecho tú para mantener la cordura todos estos años?

¡Qué pregunta tan interesante! La música es lo que me mantiene, estoy de acuerdo que son tiempos muy locos y en especial en Inglaterra con el Brexit, que me parece absurdo. Yo veo a la música con un poder sanador y justo mi quehacer como productor y director de la empresa con otros artistas me mantiene sano y también hacer nuevas cosas porque al final es algo positivo para este mundo que está bastante mal.