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Hay que bajar el volumen de la TV y dejar que la vida fluya

En los cuatro capítulos en que se divide Territorio de leones, la prosa de Luis Valdez nos atrapa, y el dolor y la carcajada se entrelazan, se hermanan para recordarnos como se vive, o más bien como se sobrevive, por estos lugares tan reales que son el escenario de las historias que sin querer protagonizamos.

OPINIÓN

En los cuatro capítulos en que se divide Territorio de leones, la prosa de Luis Valdez nos atrapa, y el dolor y la carcajada se entrelazan, se hermanan para recordarnos como se vive, o más bien como se sobrevive, por estos lugares tan reales que son el escenario de las historias que sin querer protagonizamos.

Por Armando Alanís Pulido

luis valdezLuis Valdez, vampiro místico, sacerdote que visita a los moribundos, taxista de media noche, borracho pero lúcido, superhéroe enmascarado, callejero, tiene no solo su propia tendencia creativa, sino también su correspondiente tendencia crítica. Es decir, encontró su estilo cuando este dejó de importarle. Entonces, después de la lectura de Territorio de leones (una serie de relatos entrelazados que conforman una incipiente novela) se alcanza a vislumbrar el desenfado con el que somos observados por toda una fauna citadina. Y aquí invierto los papeles, ya que los personajes de este libro deambulan por las calles de una ciudad que puede ser, que es, mejor dicho, Ciudad Mascota. Y que a su vez puede ser, o es, mejor dicho, una de las ocho ciudades que conforman el área metropolitana de Monterrey: Santa Catarina, Nuevo León. Y en donde en la búsqueda de protagonismo y fama (andaba cerca porque por ahí queda la colonia La Fama) deambulan Joaquín Vicente, el padrino, un taxista, un guionista de películas pornográficas o un poeta que sueña con una ciudad repleta de mujeres de esas que besan rico. Nos pueden querer cobrar la factura ¿o será la fractura? por sentirse usados, pero la verdad es que les encanta la idea de ser mencionados en un libro bien escrito, bien editado y que tiene logotipos de instituciones oficiales. En los cuatro capítulos en que se divide el libro: «Mis mujeres», «Apuntes de un guionista porno», «Taxi» y «Apuntes de un guionista porno (el documental)», la prosa sabrosa de Valdez nos atrapa y el dolor y la carcajada se entrelazan, se hermanan para recordarnos cómo se vive, o más bien como se sobrevive, por estos lugares tan reales que son el escenario de las historias que sin querer protagonizamos.

Pasión por la extravagancia

John Ruskin, en un ensayo titulado «La falacia patética», habla de la diferencia entre apariencias ordinarias adecuadas y verdaderas, y las apariencias extraordinarias y falsas. Entonces, no sé si me encuentro ante pasiones equivocadas o ante exacerbadas extravagancias y arrebatado, bloqueado o deslumbrado(que sé yo) por la emoción de la lectura me dispongo –para ponerme a prueba- a contestar un breve cuestionario.

Pregunta #1: ¿ Y si fracasáramos al tratar de contar la historia de un fracaso?
Respuesta:  Por el simple hecho de contar algo, uno ya va de gane.

Pregunta #2 (opción múltiple): Luis Valdez, nacido en 1976, que es autor de una novela titulada Estíbaliz y la tormenta, publicada en el 2000, y al que le han sido otorgadas las becas del Centro de Escritores de Nuevo León 2004-2005 y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en el rubro de Jóvenes Creadores 2005-06, es un escritor que:

  1. Percibe con exactitud en vista de que no siente.
  2. Capta de manera equivocada puesto que siente.
  3. Percibe con precisión no obstante sus sentimientos.
  4. Todas las anteriores.

Yo, por supuesto, subrayé la última.

Santa amolada

*Andábamos muy en la onda poniente en ese entonces, nuestras horas se consumían en Santa Catarina, éramos -el autor y yo- flamantes funcionarios culturales del poniente (eso éramos) aunque algunos nos llamaban empleados municipales, además asistíamos a los rituales huicholes en la Huasteca, bebíamos en los bares y antros de la colonia La Fama, e intentamos formar un colectivo, el Colectivo Poniente, para rescatar desde las colonias más marginadas a la población. Esos eran nuestros rumbos, así es que pensamos que para cerrar con broche de oro el evento de presentación  debería terminar con un concierto de hip hop con el mismísimo Cartel de Santa, donde se estrenaría una nueva canción escrita especialmente para tal acto (y que por cierto nunca se grabó). Contactamos a Babo, el vocalista de la famosa agrupación, y muy amablemente aceptó.  Bueno, la verdad no aceptó, se puso muy loco el bato, hizo críticas muy severas al libro, nos amenazó por escribir y promover cosas que no estaban chidas según él, y exigió como pago una arma de fuego. Por supuesto que no llegamos a ningún acuerdo de esa naturaleza y nuestro amigo René Rojas se tiño el pelo de rojo para interpretar la rola y salió al quite. Luis y yo hicimos los coros, y lo que se ha dicho desde entonces pareciera un lugar común (como los que nos señaló Babo), pero engloba los acontecimientos históricos: si no estuviste ahí, te lo perdiste. A veces tarareo ese rap inédito y celebro que un  autor como Luis Valdez invada territorios.

Bonus track (Un rap)

Porque no hay nada más perverso que’l verso
Yo narro, soy guarro
(se repite)

Soy el rey del desenfado, soy el king del desenfado
Nunca a nadie se las he dado nunca a nadie he estafado
¿quieres que te cuente un cuento?
(se repite)

Vaaaaaaaa……

Con la imaginación no soy lento, en invierno soy friolento
ponte muy atento y al final te irás contento
(se repite)

LEO territorio de leones LEO territorio de leones
lo editaron en Santa, cabrones, lo editaron en Santa, cabrones

LEO territorio de leones  LEO territorio de leones
los poetas son maricones, los poetas son maricones.

Porque no hay nada más perverso que el verso

Yo narro, SOY GUARRO.
Yo narro SOY GUARRO.


Luis Valdez
Territorio de Leones
Serie Cuadernos de Santa
(Conarte, Municipio de Santa Catrina, 2006)
102pp.