#Proust – J.M. Servín: “Lo importante en la vida no es ganar ni perder, sino beber con estilo”

El fundador de la editorial independiente Producciones el Salario del Miedo escribe desde la periferia, la ironía y la rabia. Colabora en medios impresos de circulación nacional y en sitios digitales alternativos. Hoy contesta el cuestionario Proust de La Zona Sucia

El narrador J. M. Servín cree que un escritor no necesita tener amigos escritores ni ser sociable. Estar alejado le hace bien. Para el autor de Cuartos para gente sola, un escritor sólo necesita escribir, vivir y leer. Simpatiza con lo que dice Cormac McCarthy “comida y zapatos” o William Faulkner “whisky, tabaco y papel”.

El fundador de la editorial independiente Producciones el Salario del Miedo escribe desde la periferia, la ironía y la rabia. Colabora en medios impresos de circulación nacional y en sitios digitales alternativos. Algunos de sus libros han sido traducidos al francés, y textos suyos forman parte de antologías y compilaciones en México y el extranjero. Ha merecido el Premio Nacional de Testimonio 2001 y el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 2004 en la categoría de reportaje escrito, y ha sido beneficiario del Programa de Residencias Artísticas México-Colombia 2005. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Ha publicado los libros Cuartos para gente sola (1999, reeditado en 2004, 2010 y 2012), Periodismo charter (2002), Por amor al dólar (2006), Revólver de ojos amarillos (2006, reeditado en 2008), Al final del vacío (2007, reeditado en 2015), D. F. confidencial (2010, con cinco reediciones) y Del duro oficio de vivir, beber y escribir desde el caos (2012). Nada que perdonar, es su más reciente libro.

¿Qué detalle de la vida cotidiana es lo que más te irrita?

Tratar con la gente. En general, la detesto.

Por el contrario, ¿qué detalle de la vida cotidiana es el que te hace más feliz?

Leer o escribir con Kato y una ginebra a mi lado. 

¿Cuál es tu mejor momento del día? 

Cuando dejo de odiarme a mí mismo y eso nunca ocurre sobrio.

¿Cuál es tu mayor miedo?

Que la gente que más quiero sufra.

¿Cuál consideras que es tu gran defecto?

No ser multimillonario.

¿Qué es lo que más valoran de ti tus amigos?

Pregúntales a ellos. 

¿Qué cosa te desagrada más de la gente que te rodea?

El oportunismo, la mezquindad.

¿A qué persona viva y muerta admiras?

Céline, Curtis Mayfield, Ricardo Garibay.

¿Cuál es tu mayor extravagancia?

Despilfarrar el dinero y vivir al día.

¿Cuál ha sido tu mayor mentira?

“Me la paso bien”.

¿Te asomas al espejo y qué ves?

Un monstruo herido y transnochado.

¿Cuál es la cualidad que más te gusta en un hombre?

La bondad y la generosidad.

¿Y en una mujer?

La bondad y la generosidad, sobre todo en la cama.

¿Cuál es tu color favorito?

El vino tinto.

¿Qué foto tuya no colgarías en casa?

Ninguna con políticos o escritores afamados.

¿Qué palabras o frases usas con demasiada frecuencia? 

Postre, púdranse, te amo.

¿Cuál ha sido el momento más glorioso de tu vida?

En 2004 me estaba cargando la chingada, sin empleo, sin mujer, sin credibilidad. El 5 de julio, día de mi cumpleaños, Andrés Ramírez, hoy mi amigo y editor, llamó a casa de mi hermana donde yo vivía de arrimado para avisarme que Joaquín Mortíz publicaría ese mismo año Cuartos para gente sola. ALV.

¿Qué talento te gustaría tener?

Cantar como Eric Burdon.

https://www.youtube.com/watch?v=4hUB04J6XXo

¿Qué cambiarías de ti?

Demasido tarde para preguntármelo.

¿Cuál ha sido tu mayor fracaso?

No retener a quien amo conmigo. Ha sido un patrón repetitivo a lo largo de mi vida. 

¿Si pudieras reencarnar en una persona o cosa, ¿qué serías?

Diría Faulkner: un buitre, nadie los molesta, tragan lo que sea, vuelan con elegancia y siempre rondan a la muerte. 

¿Qué lugar te gustaría conocer?

Los bajos fondos de Nápoli.

¿Cuál es tu posesión más preciada?

Kato, mis amigos y mi familia.

¿Qué es para ti lo más profundo de la miseria?

Vivir a gusto en ella, como ocurre en México.

¿Cuál es tu ocupación preferida?

Francamente, inflar. 

¿Cuál es tu comida favorita?

Soy tragón y tengo panza de hiena, como lo que sea si está bien preparado. Soy quisquilloso hasta para comer garnachas.

¿Cuál es la comida que más odias?

El caldo de res y las chatarras en envoltura.

¿Quiénes son los escritores que admiras?

¡Cientos! Pero daría la vida por escribir algo como el Viaje al final de la noche, Colmillo blanco o Par de Reyes.

¿Cuál es tu banda, cantante o grupo musical preferido?

Excepto por The Clash y The Ramones, toda la tradición del funk y del soul me vuelve loco. Ya no hay cantantes con la elegancia salvaje de Otis Redding.

¿Con qué figura histórica te identificas más?

P.T. Barnum.

¿A qué personaje famoso te gustaría conocer y qué le dirías?

Maradona, cómo haces para encontrarle sentido a la vida.

¿De qué es lo que más te arrepientes?  

De no mentarle la madre a tanto culero que cruzo a diario en las calles y en reuniones.

¿Te gusta algún deporte? ¿A qué equipo le vas?

Chiva de corazón. El box, al Púas Olivares. Volleyball de playa femenil.

¿Cuál es tu mayor adicción?

Yo no soy adicto a nada, soy un simple usuario frecuente de lo que existe en el mercado. 

¿Cómo te gustaría morir?

De manera fulminante, en un avionazo por ejemplo. Un choque de carro, un paro cardiaco. 

¿Cuál considerarías que es tu lema?

Lo importante en la vida no es ganar ni perder, sino beber con estilo.