#Proust – Maira Colín: La normalización nos tiene viviendo vidas miserables

Maira Colín es escritora. Ganadora de premios nacionales e internacionales en narrativa, poesía y ensayo. Hoy contesta el cuestionario Proust de La Zona Sucia

Maira Colín (CDMX, 1978) se ha hecho acreedora de múltiples premios nacionales e internacionales en los géneros de narrativa, poesía y ensayo. Colaboró en más de media docena de antologías de cuento y ensayo en México, España y Estados Unidos. Fue becaria del Fondo para la Cultura y las Artes (FONCA) en el género de novela. Ha publicado los libros de cuentos para jóvenes Atrapados en la red (Selector, 2010) y Nos vemos a la salida (Selector, 2011), el libro para niños El secreto de los animales (Matrushka, 2012), la novela Salida de emergencia (La Cifra Editorial, 2016), y los libros de poesía Mentí cuando te dije que seríamos felices para siempre (Bonobos Editores, 2018) e Indóciles (UAEM, 2020). Es candidata al doctorado en Letras Modernas en la Universidad Iberoamericana.

“Creo que la literatura es uno de los dispositivos que ofrecen mayor fidelidad para narrar nuestro devenir. Me parece fascinante poder ejercer la escritura e interactuar con el mundo a través de ella. Me gustan todos los géneros, aspiro a tener obras que valgan la pena en cada uno de ellos”.

¿Qué detalle de la vida cotidiana es lo que más te irrita?

La violencia que se vive en los espacios domésticos y que se ha normalizado porque “así funcionan las parejas” o “las relaciones familiares”.

Por el contrario, ¿qué detalle de la vida cotidiana es el que te hace más feliz?

Me gusta muchísimo la sensación de unas sábanas limpias en una cama recién tendida. Sublime.

¿Cuál es tu mejor momento del día?

No tengo un momento favorito, menos ahora en el encierro de pandemia. Me gustan los días con todas sus horas y todos sus momentos. Me gusta la vida. 

¿Cuál es tu mayor miedo?

Envejecer enferma, limitada para ejercer el día a día. 

¿Cuál consideras que es tu gran defecto?

Soberbia, siempre he creído que soy mejor que lxs demás y eso me ha llevado a cometer muchos errores, sobre todo, confiar en personas que nada tienen de confiables.

¿Qué es lo que más valoran de ti tus amigos?

Que los amo profundamente, que cuentan conmigo para lo que sea y que no los juzgo nunca. 

¿Qué cosa te desagrada más de la gente que te rodea?

Aparentar, no soporto que alguien pretenda tener cierto nivel intelectual o de estatus, mucho menos aquellos que ostentan defender una causa social solo para conseguir fines particulares.

¿A qué persona viva y muerta admiras?

Admiro a muchas personas vivas: a las escritoras Margaret Atwood, Joyce Carol Oates, Coral Bracho, Mariana Enríquez, a Stephen King, al filósofo y escritor Paul Preciado, al cineasta Léos Carax, al pintor Arturo Rivera. Se me escapan muchísimxs. Muertxs también tengo una lista muy grande: Herman Melville, Simone de Beauvoir, el cineasta Theo Angelopoulos, la vocalista Mariska Veres de los Shocking Blue, a David Bowie. Somos un cúmulo de seres con muchas capacidades fascinantes. Quizás a los únicos que nunca admiraré son a los políticos.

¿Cuál es tu mayor extravagancia?

Cuando algo me interesa detona mi capacidad obsesiva a niveles insospechados. Puedo llegar a rastrear cosas que no necesariamente importan. Encontrar ese tipo de datos me produce una profunda satisfacción.

¿Cuál ha sido tu mayor mentira?

Que el amor romántico existe.

¿Te asomas al espejo y qué ves?

La versión que más me gusta de mí.

¿Cuál es la cualidad que más te gusta en un hombre y en una mujer?

Procuro hacer el ejercicio de dejar de pensar las cosas de forma binaria. Creo que eso nos ha hecho mucho daño. Explorarnos como una potencia de posibilidades independientemente del performance de género me ha dado la oportunidad de encontrar que lo que más me gusta de esto que somos es la paradoja de, por un lado, ser una ínfima e intrascendente parte del universo y, al mismo tiempo, ser admirables, bellos y enormes.

¿Cuál es tu color favorito?

El verde.

¿Qué foto tuya no colgarías en casa?

No me gustan las fotos personales, no colgaría ninguna.

¿Qué palabras o frases usas con demasiada frecuencia?  

“Maravilloso, increíble, o sea”. A veces encuentro que, a pesar de escribir, hay momentos donde mi habla cotidiana es muy limitada, ¿qué le hace uno?

¿Cuál ha sido el momento más glorioso de tu vida?

Cuando me di cuenta de que todo lo que pasa en mi experiencia en este universo solo depende de mí.

¿Qué talento te gustaría tener?

Me gustaría haber tenido más talento para la música, ya será en otra vuelta por esta dimensión.

¿Qué cambiarías de ti?

Mi educación heterosexual.

¿Cuál ha sido tu mayor fracaso?

No poder rendirme ante la muerte, como si aceptarla fuera una derrota.

Si pudieras reencarnar en una persona o cosa, ¿qué serías?

Me gustaría que hubiera una máquina como en The Lobster que escogiera por mí en qué animal me toca vivir la siguiente experiencia terrenal.

¿Qué lugar te gustaría conocer?

Tengo muchas ganas de conocer Otsuchi en Japón. Ahí hay un “teléfono de viento” en donde puedes hablar con tus seres queridos que han muerto. Me encantaría ir con mi hijo más grande para que pueda platicar con su padre. 

¿Cuál es tu posesión más preciada?

Mis libretas Moleskine, empecé a tener libretas de apuntes desde hace muchos años. Me gusta la colección que he creado, el rastro de esta que soy. Aunque debo decir que, en el fondo, ninguna cosa importa tanto.

¿Qué es para ti lo más profundo de la miseria?

El discurso de que existe lo natural. Ese que afirma que dadas las gónadas masculinas y femeninas, lo natural es que se emparejen hombres con mujeres. Que lo natural desde la maternidad es tener “instinto materno”. Que lo natural en el campo de lo masculino es la violencia y lo femenino es la fragilidad. En resumen, la normalización nos tiene viviendo vidas miserables.

¿Cuál es tu ocupación preferida?

El ejercicio de la maternidad, escribir y ver cine. 

¿Cuál es tu comida favorita?

Mexicana y japonesa.

¿Cuál es la comida que más odias?

Me encanta comer, hasta los pescados fermentados de países como Islas Faroe tienen su encanto.

¿Quiénes son los escritores que admiras?

Admiro a muchísimxs escritorxs. De entrada diría que el ahora políticamente incorrecto Juan García Ponce es una pieza clave por haberme mostrado con su literatura que la escritura es posible. Ahora mismo estoy muy sorprendida con la lectura de Max Porter, Adrienne Rich, Elvira Hernández, Robert Lowell, Remedios Zafra y Miguel Iriarte. Pero la lista en este tenor también es extensa y múltiple. 

¿Cuál es tu banda, cantante o grupo musical preferido?

Mi banda favorita son los Pixies y eso nunca va a cambiar.

¿Con qué figura histórica te identificas más?

Me identifico con Simone de Beauvoir porque vivió con un pie en la vanguardia y otro puesto en una idea tremendamente romántica y conservadora del amor, a pesar de lo que se interpretaba de esa relación “abierta” que tenía con Sartre.

¿A qué personaje famoso te gustaría conocer y qué le dirías?

Me encantaría conocer a Paul Preciado y discutir sobre psicoanálisis. 

¿De qué es lo que más te arrepientes?   

De haberme juzgado en la adolescencia por ser diferente.

¿Te gusta algún deporte? ¿A qué equipo le vas?

Me gusta el futbol americano y le voy a los Raiders, pero ya no veo la transmisión de ningún deporte, esos simulacros ahora me resultan detestables.

¿Cuál es tu mayor adicción?

No me gusta usar términos como adicción. Quizá diría que la vida la disfruto más al lado de algún estimulante de la percepción. El registro de eso es muy amplio: desde un mezcal hasta «Babe I´m gonna leave you» de Led Zeppelin saliendo de una bocina a todo volumen.

¿Cómo te gustaría morir?

Como mis dos grandes maestrxs. Mi abuela Vicenta y mi mejor amigo Gadiel: dormida y en paz.

¿Cuál considerarías que es tu lema?

“Y ahora que ya no creo en el amor, por primera vez, estoy preparado para amar: de forma finita, inmanente, anormalmente. O dicho de otro modo, siento que empiezo a prepararme para la muerte” de Paul Preciado. Ahora mis días transcurren bajo esta óptica y mi experiencia sobre estar vivo se ha vuelto muy distinta, potente y llena de momentos grandiosos.