Julia Santibáñez (Ciudad de México, 1967) es poeta, ensayista, traductora y editora. Es autora de los libros: Sonetos y son quince (2018, Parentalia), Eros una vez (2017, Seix Barral, ganador del Premio Internacional de Poesía Mario Benedetti), Versos de a pie (2017, OfiPress), Ser azar (2016, Editorial Abismos), Rabia de vida (2015, Editorial Resistencia) y El laberinto de fortuna. Una alegoría política del siglo XV. Claves de lectura del poema de Juan de Mena (1997, JGH Editores). Desde 1989 trabaja en el medio editorial como directora de contenidos digitales e impresos y desde 2011 maneja Palabras A Flor De Piel, su agencia de contenidos. Es editora del suplemento sabatino El Cultural de La Razón y conductora de radio y TV. “Soy de poemas breves y me da mucha envidia aquellos que escriben poemas largos. Parto de la idea de que el instante quede en el poema, sería contradictorio conmigo misma si el poemas fuera más largo que el fragmento. Me interesa mucho la concreción”.
¿Qué detalle de la vida cotidiana es lo que más te irrita?
Hablar por teléfono (y, en estos días, hacer videollamadas).
Por el contrario, ¿qué detalle de la vida cotidiana es el que te hace más feliz?
Oír que mi hija está cantando en su cuarto.
¿Cuál es tu mejor momento del día?
Despertar sin prisas.
¿Cuál es tu mayor miedo?
La muerte de mi gente muy querida.
¿Cuál consideras que es tu gran defecto?
Ser acelerada = muy poco paciente.
¿Qué es lo que más valoran de ti tus amigos?
Mi lealtad.
¿Qué cosa te desagrada más de la gente que te rodea?
Odio el ruido gratuito tanto como odio el dogmatismo.
¿A qué persona viva y muerta admiras?
Viva: Sara Sefchovich; muerta: mi papá.
¿Cuál es tu mayor extravagancia?
Ir a todos los conciertos de Miguel Bosé que existan.
¿Cuál ha sido tu mayor mentira?
Dije “te quiero” sin sentirlo, por no lastimar pero lastimé más.
¿Te asomas al espejo y qué ves?
A una mujer que me cae bien.
¿Cuál es la cualidad que más te gusta en un hombre?
La sensibilidad.
¿Y en una mujer?
La sensibilidad.
¿Cuál es tu color favorito?
El rojo.
¿Qué foto tuya no colgarías en casa?
Una de cuando me casé.
¿Qué palabras o frases usas con demasiada frecuencia?
Soberbio (tanto en su acepción positiva como negativa).
¿Cuál ha sido el momento más glorioso de tu vida?
Dar a luz. Me reconcilió a fondo con mi cuerpo y me hizo admirarlo como nunca antes.
¿Qué talento te gustaría tener?
Dibujar a una persona sin recurrir a palitos y bolitas.
¿Qué cambiarías de ti?
Me haría mucho menos chillona. Y me quitaría los juanetes.
¿Cuál ha sido tu mayor fracaso?
No irme a estudiar el doctorado a Inglaterra, habiendo sido aceptada y becada.
Si pudieras reencarnar en una persona o cosa, ¿qué serías?
Una secuoya.
¿Qué lugar te gustaría conocer?
India.
¿Cuál es tu posesión más preciada?
Una bola de cristal que me regaló mi papá cuando era niña.
¿Qué es para ti lo más profundo de la miseria?
El miedo.
¿Cuál es tu ocupación preferida?
Leer y viajar.
¿Cuál es tu comida favorita?
El queso. Cualquiera, pero me gusta más cuanto más apestoso.
¿Cuál es la comida que más odias?
Las vísceras. No soporto el mero concepto de que existan.
¿Quiénes son los escritores que admiras?
Van cinco: Clarice Lispector, Ramón López Velarde, Wyslawa Szymborska, Malcolm Lowry, Dylan Thomas.
¿Cuál es tu banda, cantante o grupo musical preferido?
Nina Simone.
¿Con qué figura histórica te identificas más?
Con Mafalda, por intensa, rebelde y sí, un poco ingenua.
¿A qué personaje famoso te gustaría conocer y qué le dirías?
A Sor Juana le preguntaría: “¿Qué opinas de Octavio Paz?”.
¿De qué es lo que más te arrepientes?
De no haber denunciado en su momento a un abusador.
¿Te gusta algún deporte? ¿A qué equipo le vas?
El futbol que juega mi hija; le voy a su equipo.
¿Cuál es tu mayor adicción?
El chocolate y, en general, los postres.
¿Cómo te gustaría morir?
Consciente, sin dolor.
¿Cuál considerarías que es tu lema?
La vida es más inteligente que nosotros.