Molotov Oficial
COLUMNAS   

Musique de merde


¿Prohibir a Molotov?

Una discusión en redes nos hizo cuestionar en esta época el sentido del disco ¿Dónde jugarán las niñas? (1997) de Molotov. ¿Tiene sentido ‘cancelar’ un disco?

OPINIÓN

Prohibir es quitarles a las personas su derecho a decidir. Cuando se prohíbe algo, es porque se cree que las personas no tienen la capacidad para discernir lo bueno de lo malo -lo cual a veces es una cuestión meramente moral- y por ende son incapaces de tomar una decisión por sí mismas. El disco de Molotov ¿Dónde jugarán las niñas?, ya había causado polémica en 1997 cuando fue lanzado por la disquera Universal. Se hizo todo un revuelo mediático pidiendo que el disco no fuera tocado en las radiodifusoras y hasta los músicos salieron a la calle para defender públicamente su producción. No lograron censurarlo. Luego nos enteramos que todo fue un plan de marketing para conseguir la atención hacia el primer disco de la banda mexicana.

Por una extraña e inentendible razón, como mucho de lo que ocurre en las redes sociales, el disco ha vuelto a ser tema de discusión. Algunos usuarios de Twitter se preguntaron qué sucedería si el disco se hubiera publicado en esta época, lo cual desató toda serie de comentarios. Muchos aseguraron que esta generación (que algunos insisten llamar “de cristal”) pediría que la producción fuera “cancelada” argumentando que se trata de un material cargado de tópicos machistas, homofóbicos y hasta pedófilos. Y sí, no hay manera de negar que las canciones de este disco contienen estas temáticas y los calificativos no son gratuitos. Aquí viene la pregunta: ¿debe esto ser prohibido? Yo creo que no.

Sí, el disco tiene todas esas temáticas, pero querer prohibir que exista nos quita nuestra libertad de decidir si lo queremos escuchar no, o la posibilidad de abordarlo con nuevas lecturas y críticas.

La música no puede ser prohibida porque se trata de un reflejo de la sociedad misma. Desde luego que hay limites, como sucedió con aquel rapero mexicano radicado en Alemania quien incitaba al feminicidio, pero tampoco podemos obviar los lados negativos de la sociedad. Hace algunos días, leyendo una entrevista al escritor francés Michel Houellebecq (quien ha sido acusado de homofóbico y racista) mencionaba, palabras más, palabras menos, que al final él era producto de toda una generación y de un contextos social, económico y cultural, y que él era la viva imagen del fracaso de esa generación. Bueno, eso me hizo pensar que bien podríamos ver con la misma óptica a Molotov, como una banda que ejemplifica a una generación que creció entre ideas y prejuicios machistas, homofóbicos y racistas. Durante muchos años estos prejuicios han sido algo muy normal para nosotros (“puto”, “joto», “indio”, “pareces vieja”, son solo algunos).

Sí, el disco tiene todas esas temáticas, pero querer prohibir que exista nos quita nuestra libertad de decidir si lo queremos escuchar no, o la posibilidad de abordarlo con nuevas lecturas y críticas. Y por muy irónico que suene, en realidad a quien se nos está prohibiendo es a nosotros, no a la banda ni al material. Además, también es querer desaparecer una realidad: la de una generación que ha estado llena de prejuicios, aunque hoy comencemos a cuestionárnoslos. Los discos son como pequeñas o grandes bóvedas que resguardan la memoria y la protegen del olvido o de la negación. Sí, ese disco lo hemos escuchado mucho, cantado, gritado y brincado. Para muchos seguramente ese disco contenga los recuerdos más preciados de su adolescencia, los cuales no tienen que ver con las líricas sino con el momento en que fue escuchado. Y a la vez también es una producción que refleja una época de la sociedad. ¿Cuál? Una en la que esos prejuicios no fueron disfrazados de bohemia o de canción romántica, sino que fueron lanzados como escupitajos de realidad.

Me parece bien que se discuta un disco que tiene más de 20 años existiendo, lo cual muestra nuestro atraso histórico con ciertos temas. ¿Tardaremos otros 20 años en discutir los discos actuales? No estoy de acuerdo en que se quiera prohibir escucharlo. Es mucho mejor que el disco esté al alcance de todos, que cada quien decida cómo escucharlo. No podemos negar su contenido, tampoco podemos negar que es fundamental en la historia del rock mexicano y que en el lado musical es un muy buen disco de rock. Tan así que sigue creando discusión veinte años después.