Gorilas en la niebla

Poderes de la posverdad

La política, el arte, la publicidad y la vida cotidiana cada son más dominados por la imaginación y menos tocados por lo que alguna vez se conoció como «realidad».

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OPINIÓN

Todo es cualquier cosa y nada es lo que es ni lo que parece ser.

Una joven es violada por cuatro policías en una madrugada de la Ciudad de México. Estruendo en los medios. Poco a poco, la opacidad de la noticia se desvanece y se deja traslucir una mentira histérica, luego de que el engaño generara una revuelta con destrozos y heridos. Hoy, la incertidumbre es mayor, porque no se han tomado medidas sólidas contra los uniformados y el argumento de que «ella se fue a otro domicilio» oculta un escaso afán por seguir la investigación. Total: ni surge la versión fidedigna, ni se desecha el infundio. Si todo era opaco, hoy es prácticamente un pasaporte a la confusión. Hay una víctima, claro, pero no hay líneas de investigación sólidas. 

La Procuraduría del Consumidor anuncia medidas contra los productores de atún y leche falsificada. Meses después, se comprueba que no hubo tales medidas y que quizás todo culminó en un arreglo a oscuras. ¿ Corrupción? Es posible que no. Es posible que sí.

2017. Gabriel Orozco establece un Oxxo adentro de una galería, vendiendo objetos x a precio de obras de arte: trastoca así la condición del dealer y la de la tienda de conveniencia: ¿ arte o broma? ¿La broma convertida en arte?

2019. Una niña, supuestamente Roberta, supuestamente en la CDMX, arma su fiesta con tema Oxxo, pero nadie sabe si eso ocurrió en la realidad o solo en el mundo de la posverdad.

Así: vemos que la política, el arte, la publicidad y la vida cotidiana cada son más dominados por la imaginación y menos tocados por lo que alguna vez se conoció como «realidad».