Una calle que se llame: La ira del viento somete las cartas al capricho de tus labios, o una jaula dulcemente abierta
No sé si la poesía de Andrés Montes de Oca está acompañada por la tristeza o si la tristeza acompaña a su poesía, lo que sí entiendo es que en los cronómetros del corazón ese sentimiento debe de ser breve, para que se añeje, para que se convierta en poema.