el dependiente desposeído

El Dependiente – Desposeído (Deluxe edition)


Discos Panoram
Argentina
2020

RESEÑA

Durante la edición del 2005 del Vive Latino se presentaba el grupo argentino Los Látigos. Desde una de las tribunas destinados a invitados VIP y músicos, Gustavo Cerati contemplaba la actuación atentamente, pues se sabía que mantenían pláticas para que el ex Soda Stereo les produjera el siguiente álbum.

En ese momento ya no eran unos principiantes, les acompañaba su tercer álbum, Hombre (2004) y tenían dos canciones absolutamente candentes: “Luces sensacional” y “¿Cuál es tu rock?”, en las que habían urgencia, desfachatez y ganas de hacer una polaroid del glamur y el vértigo que el estallido de la fama trae consigo.

Los dioses del rock son caprichosos y aunque todavía editaron dos grabaciones más, jamás pudieron equiparar la prendidez de ese periodo específico. Y todo indicaba que hasta ahí quedaba la historia, pero resulta que Marcelo Zeoli, quien se encargara de voz y programaciones en la banda, comenzó una carrera solista en 2012 y editara el álbum Mensaje nuevo; sin duda, el músico se planteó un recomienzo.

Pero después de esa movida, una vez más se sumergió en un largo impasse en su carrera y no dio señales de vida hasta este año en que aparece Desposeído, primero en una versión normal y luego con un complemento deluxe, que aporta agregados afortunados y que, sin duda, funcionan como anzuelos bien cebados.

Mentiría, si no cuento que un elemento determinante para darle su respectiva escucha fue la existencia del tema que da nombre al disco y que es una colaboración con el enorme Daniel Melero; el influjo del veterano músico sigue ejerciendo gran atracción y así fue como me topé con una balada llena de esas camas etéreas de sintetizador que tanto le gustan a un creador al que le apasiona tanto el rock como el minimalismo o la música experimental.

Encontré una pieza lenta, conducida por una guitarra muy sutil que permite al cantante soltar: “Era el amor, era más que el amor; era la razón, más que la razón; era el aire en tu cuerpo…”. Desposeído es un álbum que me atrapó pues está ligado a dos conceptos muy valiosos en este momento de pandemia global: el remanso y el reposo.

Cuando afuera todo es vorágine, uno puede perderse en ese remanso de 41 minutos y hallar un anhelado reposo en sus 11 canciones, pero que por reposadas no quiere decir que no sean atractivas -todo lo contrario-. Ni duda cabe que el hombre y el artista han madurado y ya no queda nada del maquillaje y los desplantes newwavers del pasado y ahora ofrece una obra propensa para la introspección; “El principio” también es una belleza de canción y en la que brilla un teclado magnífico (algo me recuerda a esas baladas medio viajadas del Café Tacvba más reciente).

Aunque no todo transcurre a baja velocidad; acertó en pleno al incluir un remix house de “Secretos con tu nombre”, que maximiza ese pop electrónico sofisticado y cierra el disco (“No quiero ser como fui antes”, dice al iniciar el tema). Pero antes ya habremos pasado por “Color Nada” -acariciante, lenta- en la que Marcelo se acompaña de Bruno Albano de Banda de Turistas y Carola Bony, en la que es una buena jugada para conectar con las nuevas generaciones, porque si hablamos de honrar a figuras de culto -como Melero- también es preciso destacar que en “El total” la mancuerna es con, nada menos, que Leo García, figura siempre a punto de consagrarse y amigo cercano de Cerati.

Para los que ya conocían Desposeído en su forma original otros extras son la inédita “Tu voz” y el tema titular en instrumental. A fin de cuentas, todo suma.

Aquí no hay gritos ni grandes desplantes; hay respeto por el oficio y serenidad para hacer pop electrónico sentimental y atrayente. Es un álbum que debe de ir paladeando a sorbitos -como un mezcal-. En estos momentos es valiosa una obra que tranquiliza a nuestras almas encrespadas y las reconcilia con lo espléndido de la experiencia sensible. En esta ocasión, El Dependiente nos ha despechado la poción perfecta.