11 canciones en apenas 35 minutos y algunos colaboradores muy populares; por otra parte, en la producción aparece “Cachorro” López, Rey Midas del pop latinoamericano. Piezas cortas que apuestan por la accesibilidad. Todo me lleva a pensar que Sony Music ha buscado asegurarse que este álbum impacte, sí o sí.
Cuando uno ve la actuación de Gepe en el Festival de Viña del Mar 2013 queda sorprendido del fervor y la entrega de la gente; el chileno como gran superestrella local. El problema sobreviene tras de llegar a la cumbre y más cuando la parte artística te lleva a reivindicar a la tradición. Folclor imaginario (2018) retoma el repertorio de Margot Loyola Palacios y es una verdadera joya en lo musical, aunque quizá en términos de ventas no sea lo mismo.
En su trayectoria, GP, el disco del 2012, continúa estando en lo más alto y será difícil que ULYSE lo desplace, así tenga cierta inspiración en la obra clásica de James Joyce, que era uno de los libros favoritos del abuelo del compositor. Sin duda, suena como una buena fuente de inspiración, pero lo que hay en realidad son canciones pop con ciertos elementos tropicales o folk que las sazonan y agregan algo de sabor, tal como ocurre en “Confía” -en mancuerna con Vicentico- y “Timidez” -a dueto con Natalia Lafourcade-.
Si tengo que decantarme por la pieza más destacada, no tengo duda en señalar a “Prisionero”, que tiene esa guitarra andina que le da total identidad a Gepe; se echa de menos que no haya tirado más por esta veta -en ella encuentra diamantes-. El otro momento de gran interés se encuentra en “tupenaesmipena”, en la que en compañía de Princesa Alba, hace lo que podríamos llamar un reggaetón lento -elementos de balada y la base rítmica clásica del género ralentizada-.
Daniel Riveros explica sus intenciones de una manera que inyecta a esta colección de canciones de una carga de trasfondo adicional: “El disco tiene que ver con lo trascendental, lo masculino y hace una referencia directa a mi abuelo que decía ‘Me encanta este libro porque no lo entiendo’. Eso me gustó, ese misterio, la humildad ante lo épico, ante lo gigante, ante la historia… es una búsqueda hoy en día del espacio masculino, de bajar los humos de lo culturalmente aceptado”.
Explicado se antoja fabuloso, lo malo es que el disco se queda corto; no podría decir que se trata de una mala entrega, solamente que tanto calculo para que resulte comercial no potenció a las canciones, más bien las lastra y hace inocuas. De mi parte quisiera mucho más de Cristián Heyne (que sabe bien lo que Gepe requiere en producción) y menos «Cachorro» López; compartir la tarea no funciona.
En su octavo trabajo de estudio el compromiso recién contraído con una trasnacional le restó chispa y espontaneidad. No es el mismo Gepe de antaño, pero toda la música grandiosa que nos ha dado en el pasado hará que sepamos esperar para que vuelva a dar en el blanco. ULYSE es como un divertimento pasajero; su huella se borrará pronto.