fotos con los artistas
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Musique de merde


¿Por qué nos tomamos fotos con los artistas?

Para el artista uno sigue siendo un desconocido, alguien de quien probablemente al siguiente día, si no es que ese mismo, ya no se acordará.

OPINIÓN

Hace unos días, saliendo del concierto de Billy Idol en Monterrey, un buen amigo vio a un “güero” caminando tranquilamente por la banqueta y le llamó la atención. Al agudizar la vista se dio cuenta de que era Beck. Rápido trató de volver para alcanzarlo y pedirle una foto. Bajó del coche y al alcanzarlo le preguntó en inglés si podía tomarse una foto con él, a lo que le músico respondió con un silencio. Acto seguido se dio media vuelta y caminó en sentido contrario sin decir nada, solo se alejó. Nadie lo había visto aún caminando solo por la calle, solo mi amigo y su acompañante, quienes habían sido lastimados en su orgullo y optaron por ya mejor no decirle nada. Más adelante saldría más gente del lugar, lo verían y no le quedaría más que acceder a tomarse fotos con ellos.

Eso me hizo recordar la primera vez que tuve enfrente al español Nacho Vegas. Lo acababa de ver tocar en el Vive Latino, era mi primera vez viéndolo en vivo, y me había quedado gratamente sorprendido con su actuación. Minutos más tarde tuve oportunidad de ingresar al backstage y ahí estaba él. Lo vi de frente y pensé en acercarme y hablarle, pero no lo hice; algo me detuvo y fue pensar que pudiera molestarlo o que recibiera algún desplante o respuesta negativa. Decidí mejor quedarme distante, con la imagen de su gran actuación en vivo y su música; había sido tan buena experiencia escucharlo que no quise estropearla corriendo el riesgo de ser rechazado, así que mejor no me acerqué.

Unas semanas atrás me tocó ver cuando una chica le pidió, sin entrar al camerino, una foto a un vocalista de una banda mexicana. Ella, todo el tiempo respetuosa, le habló desde afuera y le preguntó que si se podía tomar una foto con él. El cantante levantó la vista, la observó y se paró de dónde estaba sentado, pero no para acercarse a la chica sino para moverse hacia un rincón donde no pudiera ser molestado. La chica se quedó boquiabierta sin saber cómo reaccionar, y decidió darse la vuelta y alejarse de la entrada al camerino completamente rechazada.

«La música deja de ser importante y es suplantada por la imagen. No importa escucharlo sino mostrar que se estuvo cerca de él con la sensación de que hemos podido ingresar a otro círculo de personas más exclusivo».

Cuando pienso todo esto me pregunto qué significa tomarse una foto con un artista. Porque, haciendo un ejercicio autocrítico, las fotos no pasan de que las subamos a nuestras redes sociales para demostrar que tuvimos cercanía con alguien famoso o alguien a quien admiramos y ya no pasa nada más. Esas fotos no las imprimimos ni las estamos viendo cada cierto tiempo. Una vez que las compartimos ahí las dejamos en la marea de la red. Tampoco se trata de algún tipo de amistad porque, para el artista uno sigue siendo un desconocido, alguien de quien probablemente al siguiente día, si no es que ese mismo, ya no se acordará. No es que seamos inspirados, o que nos diga alguna frase que nos aclare la vida en un tipo de epifanía. No, solo se pone para la foto, sonríe y nosotros también. Después de ahí sigue siendo igual de distante y desconocido. Entonces, ¿por qué nos tomamos fotos con artistas?

Yo lo he hecho muchas veces. Eso sí, con personas a quienes respeto, pero ahora me pregunto por qué lo he hecho y qué significa. Muchas veces ni siquiera se conoce la obra o música del artista; basta con que alguien se tome una foto con él para que otros se acerquen y hagan lo mismo sin saber de quién se trata o qué hace. Entonces la música deja de ser importante y es suplantada por la imagen. No importa escucharlo sino mostrar que se estuvo cerca de él con la sensación de que hemos podido ingresar a otro círculo de personas más exclusivo. Siempre queremos ser exclusivos y mostrarlo, aunque sea efímero. La figura del artista entonces se vuelve una decoración para las redes sociales, un objeto al que se acercan para mostrar algo y no para conocer más de su trabajo. Y entonces me sigo preguntando: ¿Por qué nos tomamos fotos con artistas?