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El ocaso del mp3

El mp3 pasó de ser un simple formato que aislaba y comprimía sonidos a una amenaza para la industria musical. Hoy lucha por su supervivencia.

Hace unos días, la empresa Apple anunció que en su nuevo sistema operativo macOS Catalina, la aplicación de gestión de música iTunes pasaría a tomar la forma de tres nuevas aplicaciones, Apple Music, Apple Podcast y Apple TV. Esto puede presentar una transición natural cibernética y efímera para los que hemos presenciado las tres últimas décadas, pero así también el ocaso del formato mp3 y una gran batalla contra la piratería.

El mp3 pasó de ser un simple formato que aislaba y comprimía sonidos a una amenaza para la industria musical. En el comienzo se desarrollaron reproductores de música para los nuevo ordenadores que leían el nuevo formato «Disco Compacto» y que comenzaban a llenar los hogares de tecnología.

Windows lanzo el Windows Media Player y entre los formatos compatibles se encontraba el mp3 y el formato de licencia propia: .WAV (Windows Audio Format). Apple por su parte sacó iTunes, también con un formato compatible con sus productos, el ACC (Advance Audio Coding) y por supuesto el MP3.

Pero su popularidad llegó a su pico en el año 2000 de la mano de Napster, sitio web que ofrecía una plataforma para compartir miles de canciones principalmente en formato mp3 de manera gratuita, dando pie a las primeras fugas de música (leaks) y una exhaustiva lucha contra la piratería.

Es entonces que mientras la industria se veía afectada por los formatos, la apuesta por el disco compacto como formato principal languidecía cada vez mas, llegando a su mejor época en el año 2000 (el efecto Napster) y jamás volviendo a repuntar.

Apple, a diferencia de su competidor, ofrecía con iTunes una plataforma para descarga y compra legal de música, videos, libros, podcasts y por ultimo comercializaba la herramienta donde recaían todas estas bondades, el iPod.

Con el primer iPod, que podía almacenar 5GB hasta 10GB de archivos, Apple abrió camino para ir dejando en la sombra los intentos de otras empresas por destacar en la guerra de los gadgets e indirectamente utilizó el formato mp3 a su favor (en un punto donde no favorecía a muchos) para posicionarse también como distribuidor de música digital.

A la par de iTunes, crecían plataformas similares a Napster (que cesó sus operaciones en el 2001) que dejaban ver la brecha de la era digital donde cualquiera podía abastecerse de música sin pagar, pasarla a CD y comercializar a un porcentaje menor que el precio de mercado. Aun así aunque estas plataformas han disminuido su incidencia en los últimos años, siguen estando algunas en circulación con tecnologías más difíciles de detener.

Después de una racha de nuevos productos Apple, iTunes comenzó a reducir su espectro. La llegada de Spotify en el 2008 y su popularización en el 2012 implantó una nueva forma de consumir música, más rápida, más fácil y mucho más lejana a la establecida por Apple.

La música ahora estaba en una aplicación que dejaba escuchar el disco que quisieras, al momento que quisieras sin necesidad de descargar un archivo y transferirlo a tu gadget. El iPod comenzaba a ser desplazado y la industria una vez mas se vio obligada a adaptarse a una nueva demanda de «streams». Esta vez con una brecha diferente a la piratería, ahora por regalías.

La inclusión de los puertos USB y SD para dispositivos de almacenamiento en los ordenadores desplazo a su vez al disco compacto llevando a Apple a remover los puertos de unidades ópticas de todos sus aparatos en el 2012 y finalmente, remover el fugaz y obsoleto iPod en el 2017 de sus tiendas.

En el comunicado, (publicado en su página) Apple mencionó que la mutación de iTunes contará con mejores características pero esto bajo su plataforma de streaming. En cuanto a los que crecimos con los archivos, se permitirá seguir gestionando la música comprada, la transferida desde discos compactos y (en su defecto) la que se consiguió de manera ilegal, una respuesta que deja tranquilidad, pero ¿Cuando fue la ultima vez que quemaste un CD?, ¿hace cuanto descargaste una canción? o más incisivo aún ¿Tienes un reproductor MP3 o de CD?.

En un artículo publicado en Pitchfork se menciona que la industria musical puede verse beneficiada después de su último pico a finales del milenio pasado, esto con las plataformas de música en streaming (Spotify, Youtube, Amazon Music, Apple Music, entre otros) y la inclusión del formato físico (vinil, cassette, y hasta el CD) a un nicho de mercado específico.

Y aunque los gigantes de la industria apuestan cada vez más por campañas de la mano de las plataformas de streaming, los artistas independientes pueden entrar en el juego en cualquier modalidad que los «dependientes», eligiendo donde y como exponer sus proyectos.

Como estrategia, a finales del presente año, la plataforma Bandcamp lanzará la opción de maquilar y distribuir viniles a manera de crowdfunding, algo impensable para los que veían el disco compacto como la respuesta en los noventas y también para el que haya cotizado precios de impresión y distribución de viniles en la actualidad.

Así tal vez la limitación del formato mp3 y del disco compacto sea parte de una solución al problema de piratería que comenzó con la desaparición del vinilo y cassette, formatos físicos que ahora se encuentran repuntando su popularidad. Tal vez, algún día, nos encontremos tratando de regatear en algún mercado un reproductor para nuestra antigua y querida colección de mp3.